07/04/2011

Un par de remedios caseros

Este artículo ha salido publicado hoy en la web www.autopista.es y me ha parecido entre otras cosas divertido e interesante. Es por este motivo que lo publico en nuestra web.

Se limitan a dar una serie de consejos caseros para determinadas situaciones, si valen, no lo sé. Aquí se los dejo:

Cerradura congelada
Las bajas temperaturas nos pueden jugar a veces una mala pasada, congelando la cerradura de nuestro coche e impidiéndonos meter la llave. Afortunadamente, la mayoría de los vehículos vienen equipados con un mando a distancia para paliar éstas y otras incomodidades derivadas del tradicional bombín, pero aún quedan en nuestras carreras modelos más antiguos. Para solventar este problema, calienta la llave con un mechero e introdúcela lentamente en la cerradura: así irás descongelándola poco a poco y llegarás a poder abrirla.

Cambiar la rueda sin gato
Lo primero que tienes que hacer es aflojar los tornillos lo suficiente como para que la rueda no se escape pero puedas quitarla sin esfuerzo. Después debes buscar una zanja y sobreelevar el coche hasta que el neumático pinchado quede en el aire. Con mucho cuidado, y una vez estés seguro que el vehículo no se va a mover, termina de desenroscar los tornillos y sustituye la rueda.

Llegar a tu destino con un neumático pinchado
Si pinchas y no llevas rueda de repuesto o kit reparapinchazos, puedes intentar una solución de emergencia para llegar al taller más cercano sin reventar la cubierta. Eleva el coche con el gato y examina con detenimiento la rueda pinchada para localizar la fuente del escape. Si ésta está provocada por un corte, no tendrás más remedio que llamar a una grúa, pero si el origen es un pinchazo, clava en el agujero un tornillo lo suficientemente grande como para impedir que siga saliendo aire e hincha el neumático. Recuerda que es una solución muy provisional, así que no demores tu visita al taller.

Quita los tornillos de las ruedas
Como los tornillos no se están apretando y aflojando todos los días, cuando llega una emergencia y tenemos que quitarlos, la tarea puede convertirse en un horror. Para conseguir sacarlos con menos esfuerzo, sobre todo si están oxidados, vierte sobre ellos un poco de refresco de cola y espera unos minutos hasta que haga efecto: saldrán fácilmente.

Circular con un cristal roto
A la desagradable sorpresa de encontrarte con que te han robado en el coche, le suele acompañar el cristal de la ventanilla roto. Para poder circular hasta la cristalería más cercana, sólo tienes que buscar un trozo de plástico transparente lo suficientemente grande como para cubrir el agujero. Antes de colocarlo, córtalo a la medida, elimina los restos de cristales y pégalo a conciencia en el marco de la ventana con cinta adhesiva.

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